ENTREVISTA A UN HOMBRE AL QUE LIAM NEESON LLAMÓ POR ERROR

Además de por sus acertadas, sesudas y elaboradas reseñas, pelidetarde.com es una web mundialmente conocida por la calidad de sus entrevistas. En todo este tiempo, relevantes nombres como Pedro Vera, Pilar Eyre o Lluïsa Valldaura han tenido a bien charlar con nosotros y engrandecer este espacio con sus declaraciones. Pero aquí no solo damos cabida a voces famosas, sino también a personas anónimas que han compartido sus testimonios con el equipo de Peli de Tarde, como es el caso del agente inmobiliario especializado en casas encantadas o la señora de Vermont.

Muchos son los que a diario se ponen en contacto con nosotros rogando que demos voz a sus vivencias. Ojalá pudiésemos atenderlos a todos, pero, por desgracia, nuestra capacidad es limitada.

Sin embargo, hace unos días llegó a nuestro correo el relato de una persona aterrorizada que nos rogaba que atendiésemos a su historia. Ansiaba que lo entrevistásemos, quizás a modo de terapia, o con la intención de llegar a aquellos que pudiesen haber pasado por lo mismo que él, para que supiesen que no están solos. Sea como fuere, el testimonio era tan desgarrador que no pudimos dejarlo pasar.

A continuación, transcribimos la entrevista con el hombre que recibió una llamada de Liam Neeson por error.

– Buenas tardes. ¿Quiere que en esta entrevista conste su nombre o prefiere mantener el anonimato?

Prefiero permanecer en el estrellato… digo… anonimato. Quizás él pueda llegar a leer esta entrevista… y todos sabemos de lo que es capaz… Ya he sufrido lo suficiente.

– ¿Con «él» a quién se refiere?

A Liam Neeson.

– Cuéntenos. ¿Por qué le tiene tanto miedo?

Yo era muy fan suyo. Principalmente de sus papeles de tipo duro, en esas pelis en las que le secuestran a un familiar o amenazan a alguien de su entorno y entonces empieza a matar a todo Dios hasta que no deja ni a un «malo» vivo. El tío comete un genocidio a pequeña escala solo para que dejen tranquilos a los suyos, y eso es de admirar.

Pero por favor, no piensen mal de mí. No soy una persona a la que le guste la violencia ni la confrontación. Si me hago una herida, me mareo solo con ver la sangre. Y tampoco soy capaz de discutir con nadie. Les pongo un ejemplo: si se me cuelan en la carnicería, no me atrevo a protestar. Me fastidia, pero no hago nada porque no me sale. Luego pienso: «debí haberle dicho esto y lo otro», cuando ya es tarde.

En las pelis es diferente. No me molesta porque es todo ficción… o eso pensé.

Liam Neeson en diferentes situaciones, pero siempre cabreado.

– ¿Qué fue lo que ocurrió?

Pues hace unas semanas, un martes sobre las 22:30, estaba yo en cama junto a mi señora, ya a punto de ponernos a dormir, viendo tonterías en el móvil, cuando de repente me entra una llamada. «NÚMERO OCULTO», ponía en la pantalla. Yo no quería responder, por si era algún comercial de estos que te ofrecen mil regalos si te pasas a su compañía, que siempre llaman en el peor momento, pero mi mujer me insistió: «Cógelo, no vaya a ser importante».

(Hace una pausa dramática)… Nunca debí haberle hecho caso… (tras un sollozo, se suena los mocos con un kleenex y luego utiliza el mismo pañuelo para secarse unas lágrimas).

– Por favor, continúe. ¿Quién lo llamaba?

Solo pronunció unas pocas palabras, pero yo supe quién era desde el primer momento. Dijo: «En 20 minutos le estaré esperando en la fábrica abandonada de Arlington Avenue. Devuélvanla sana y salva o acabaré con ustedes uno a uno». Luego colgó.

Como le dije, reconocí su profunda voz al momento. He visto demasiadas veces sus películas como para equivocarme. Era Liam Neeson.

Dramatización del momento.

– ¿Qué hizo usted después?

Me quedé de piedra. Estaba aterrorizado. Lo último que esperas es que a golpe de martes te llame Liam Neeson amenazándote. Que si fuese viernes también hubiese sido desagradable, pero en martes es peor, con casi toda la semana de trabajo por delante… Y me entró un apuro terrible.

Se lo conté a mi mujer. Al principio no me creía, pero me vio tan serio, pálido pálido, que ella también se asustó. Lo primero que hizo fue buscar «Arlington Avenue» en google maps. Pero en casi cada localidad de Estados Unidos hay una calle con ese nombre. Además, ¿cómo iba a llegar allí en 20 minutos?

El pánico se apoderó de nosotros. Mi mujer empezó a llorar y a lamentarse. No paraba de repetir: «¡¿Pero qué has hecho?! ¡¿Pero que has hecho?! ¡Dios mío!», dándome golpes desesperados en la espalda.

Yo me puse a repasar toda mi actividad de las últimas semanas, pero nada de lo que había hecho podía haber molestado a Liam Neeson. ¡Si soy perito agrónomo! ¡Mi vida es de lo más aburrida!

Entonces, mi mujer chilló: «¡Los niños!», y salió disparada de la cama para comprobar que estaban bien.

Liam Neeson matando a alguien que cometió el error de cabrear a Liam Neeson.

– ¿Y qué pasó después?

Intenté mantener la calma y repasar mentalmente todas las pelis de Liam Neeson para ver cómo proceder de la mejor forma, saber cómo actúa y así anticiparme. Pero estaba tan bloqueado que la primera película que se me vino a la cabeza fue La lista de Schindler y la segunda, Love Actually. Por desgracia, ninguna aplicable al caso.

Sabía que llamar a la policía no serviría de nada. Tampoco fugarnos a otro país, porque nos terminaría encontrando. Para ganar tiempo, decidí llevar a mi familia al lugar más seguro que conozco: la casa de mis suegros. Y una vez allí, pensarlo con más calma.

Pero, cuando ya tenía las maletas hechas, mi mujer pidiéndome el divorcio y mis hijos quejándose porque les había estropeado una partida del Fortnite, recibo de nuevo una llamada del NÚMERO DESCONOCIDO.

– ¿Era Liam Neeson?

Efectivamente. Era él.

– ¿Y qué fue lo que le dijo?

«Perdón por lo de antes. Me equivoqué de número».

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