PEDRO VERA: RANCIOFACTS DE CINE

En una época en la que abundan los remakes, secuelas, homenajes y live actions de grandes clásicos, el debate sobre si el cine actual adolece de falta de inventiva divide a los que aseguran que el séptimo arte ha muerto y a los que defienden que está más vivo que nunca. Pero lo que no pueden negar ni unos ni otros es que la historia del cine está plagada de tópicos que se repiten una y otra vez. Y si lo niegan, Pedro Vera se encarga de demostrárselo. El historetista, creador de personajes como Nick Platino u Ortega y Pacheco, famoso por sus publicaciones en El Jueves y por ser un colaborador habitual, junto con Raquel Martos, en el programa Julia en la Onda (Onda Cero), es un experto detector de ranciofacts. Este término, acuñado por él mismo, hace referencia a los clichés y las costumbres más rancias de la cultura española y de otros ámbitos, que Vera se encarga de plasmar en sus viñetas, recopiladas en varios volúmenes editados por ¡Caramba!: Ranciofacts (2014), Mi puto cuñado (2015), Rancio no, lo siguiente (2016), Saliendo de la zona de confort (2018) y Aquí, sufriendo (2020).

Ahora, centra su mirada en el cine, con la publicación del libro Raciofacts de cine, que desde el 27 de octubre puede conseguirse en las mejores  librerías y tiendas de comics, con prólogo del gran maestro cinéfilo Andrés Trasado.  Y, como amantes de las películas de sobremesa, género rey en eso de los tópicos y clichés, no pudimos resistirnos a hablar con Pedro sobre su nueva obra.

– Por favor, necesitamos que el creador del término «ranciofact» nos dé una definición del mismo, una que pueda incluir la RAE en el diccionario.

Considero bastante adecuada la que pusimos en la contraportada del primer libro “Efectiviwonder”: “EXPRESIONES DESACTUALIZADAS, COMPORTAMIENTOS REVENIDOS, TÓPICOS MANIDOS, SITUACIONES MOHOSAS… TODO ESTO ES RANCIOFACTS, ¡LA BIBLIA DE LA CULTURA CUÑAO!”

– «En el cine ya está todo inventado». ¿Verdad o aseveración que es un ranciofact en sí misma?

 “Tatoinventao” primo hermano de “tatopagao”, expresiones que me encantan.

Consumo mucho audiovisual y compruebo con gran regocijo que la gran mayoría de los clichés y ranciedades siguen perpetuándose en las producciones más recientes.

Los hay inevitables, como los del terror slasher, que pertenecen a su misma esencia: jóvenes sucesivamente asesinados  por un engendro enmascarado porque se separan unos de otros, bajan a los sótanos, mantienen relaciones sexuales o se duchan.

La comedia adolescente, tres cuartos de lo mismo: las animadoras populares, los matones del equipo de fútbol, las taquillas metálicas hechas para recibir el impacto del nerdo empujado por el matón del equipo de fútbol y su guardia pretoriana de retrasados…

Frases que, por muchos años y películas o series que se hagan, se siguen machacando. Rara la película con malo en la que éste no le diga al bueno: “me recuerdas a mí a tu edad”, “en el fondo no somos tan distintos tú y yo”… “Te equivocas, no somos iguales”. Zzzzzzzz…..

– En Ranciofacts del Cine repasas los tópicos y clichés más recurrentes de las películas de acción, terror, ciencia-ficción, comedia… ¿Cuál dirías que es el género con más carga de ranciofacts por fotograma?

Esta pregunta me va a ser fácil de contestar. He contado las páginas y del género que más tengo es del western con diez páginas, nada menos.

Se sigue haciendo western y se siguen metiendo a paladas y aquí no ocurre como en el slasher porque se podrían evitar sin alterar su esencia. Esas cantimploras llenas de arena cuando más sed tienes, esas barandillas que se rompen para que caigas al vacío cuando te pegan un tiro, y una que tiene cierta vinculación con el género de peli de tarde: lo que yo llamo “la cabaña de la recuperación”, a la que dedico una página completa.

Esa subtrama en la que el protagonista llega, en situación precaria, a una solitaria cabaña habitada por una mujer recién entrada en la madurez, que recibe hostilmente a los forasteros encañonándoles con una escopeta.

Siempre el mismo proceso. Si está malherido, lo cura, lo lava con esponja chorreante, lo alimenta con modestos pero sabrosos guisos de cuchara, se recupera, hace trabajos físicos para corresponder a su benefactora, quien lo observa con ojos golosones tras las cortinas de la cabaña, hasta que se marcha para continuar con su venganza.

Ayer mismo vi una peli de tarde con apuesto carpintero germano sin camiseta, serrando tablones en el jardín mientras lo observa con ojos golosones su germánica anfitriona.

– Dinos una película y un actor/actriz que mejor representen el concepto ranciofact.

La protagonista de comedias románticas que esté de moda en cada momento. Son one trick pony, no salen de ahí. Muchas veces ni son actrices porque provienen del mundo del cante o similar. Ejemplos: Jennifer López, la hija de Goldie Hawn (paso de buscar ahora su nombre), Meg Ryan, la Julia Roberts… Hacen absolutamente todas las películas de ese género durante unos pocos años y cuando empiezan a arrugarse llega la siguiente hornada. Los mazaos de las películas de superhéroes (los veo todos iguales), los de espías (no distingo a Mark Wahlberg de Matt Damon) aunque suene rancio.

Las de duros como Suazeneguer o The Rock, incursionando en el género de la “comedia para toda la familia” con niños (polis de guardería) son un gran activo de lo rancio. Los blockbusters policíacos o de acción también están plagados, las de juicios también. No puedo decir a cual de mis hijos rancios quiero más.

–  Aquí amamos las películas de tarde. Dentro de este gran género, ¿hay algún subgénero (niñeras asesinas, alemanes haciendo cosas, catástrofes, veranos en la Toscana…) que consideres especialmente rancio?

El subgénero que más me irrita es el toscanesco. Me zampé dos veces la misma en un tren. “Bajo el sol de la Toscana”: madura norteamericana pilla gran casa rural por la zona y tiene maravillosas interacciones con la fauna nativa. Esa fascinación cuñada de los americanos por beber vino a palo seco porque lo encuentran sofisticado y europeo… ranciest supreme. Para colmo, ni se calientan la cabeza con los títulos, habrá como un millón con la palabra toscana dentro: “Atardecer en la Toscana”, “En un rincón de la Toscana”, “Una boda en la Toscana”, “Bajo el sol en la Toscana”…

– Siesta con peli de sobremesa de fondo o con el Tour, ¿cuál de las dos opciones es más ranciofact? ¿Practicas alguna de ellas?

Te diré una cosa, tremendos siestorros me he pegado yo con el Tour, pero la otra tarde, muerto de sueño que estaba, no pude parar de ver una “peli de tarde” cuyo desenlace se veía claro desde el minuto uno. Tenía carpintero sudoroso, abogada de éxito, choque social, lección de humildad, gran casa en el campo bávaro. El simple carpintero despojó de su barniz snob a la estresada abogada y dejó a la vista la buena madera que había debajo (frase sacada de la película). Fue salir la palabra “Ende” y caer en coma.

Ranciofacts de cine está disponible en librerías/tiendas de cómics y en la web de la editorial ¡Caramba!

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