ENTREVISTA A PILAR EYRE: CASAS REALES DE SOBREMESA
Esta humilde web ha tenido el inmenso honor de entrevistar a la archiconocida escritora y periodista Pilar Eyre, que está triunfando con su nuevo libro «Yo, el Rey», con el que ha alcanzado el Top1 de ventas en España, éxito que se suma al ya cosechado en anteriores trabajos como «La soledad de la Reina» o «Mi color favorito es verte», con el que fue finalista del Premio Planeta. Pero, además de experta en Casas Reales, es una gran aficionada a las películas de sobremesa, por ello le hemos pedido que nos hable de la realeza que se representa en estos films destinados a amenizar nuestras siestas
– Tu última obra, «Yo, el Rey», está siendo todo un éxito. Lleva semanas entre los libros más vendidos de España. Para los que todavía no lo han leído, ¿qué pueden esperar encontrar en él? ¿Cuántas pelis de tarde podrían rodarse basándose en los hechos que relatas?
Podría ser la típica Peli de Tarde en la que piensas que vas a dormir apaciblemente, te pones cómoda con unos almohadones, cierras los ojos… y de repente una frase, un grito, un disparo, hace que te incorpores de golpe y ya pases toda la tarde abrazada a la almohada muerta de miedo (y la siesta a tomar por c…).
– Además de experta en Casas Reales, eres versada en películas de sobremesa. Como sabrás, es habitual ver en ellas cómo un/a estadounidense cualquiera puede, por sorpresa, heredar el trono de un minúsculo país centroeuropeo. Dados los incontables romances de Juan Carlos, ¿podríamos despertarnos un día con la noticia de que un ciudadano de Minnesota reclama el trono de España?
(Risas) Desarrollemos este argumento… una profesora de historia de una universidad americana, con gafas y moño, llega a su casa, suena el teléfono… y le ofrecen el trono de España. Su madre le confiesa, “sí, ese señor podría ser tu padre”. En dos movimientos la profesora se convierte en reina: se quita las gafas y se suelta el moño. (Te advierto que es una posibilidad mucho mas “real” de la que puedas imaginarte).
– En la peli de tarde «Cambio de Princesa», en la que una pastelera de Chicago y una noble europea, que son idénticas físicamente, se intercambian por unos días, la Duquesa de Montenaro justifica su compromiso con el príncipe de Belgravia, al que no ama, alegando que «El matrimonio es un deber que forja alianzas entre familias». ¿Este corporativismo amoroso sería atribuible a Doña Sofía?
Te voy a ofrecer una frase muy cruda, que no es mía, sino de don Juan de Borbón, el padre de don Juan Carlos: “los miembros de las familia reales somos sementales de buena raza y nuestra primera misión es perpetuar la especie, procreando una y otra vez, pero sin que nos dejen cambiar de vaca, como a los toros bravos”.
– En «Un Príncipe de Navidad» una joven periodista viaja a Aldovia para cubrir la coronación del nuevo Rey. Finalmente, el futuro monarca y la reportera se enamoran y se casan, algo que cuenta con la inmediata aprobación de la Casa Real aldoviana y de sus súbditos. ¿Ocurrió lo mismo aquí con Letizia? ¿Son los aldovianos más receptivos (o más sumisos) en lo que a las decisiones que toma su casa real se refiere?
¡Es que me muero de risa con tus sesudos comentarios! Como el príncipe Felipe había tenido varias novias bastante casquivanas, los padres acogieron con más simpatía de lo que nos cuentan a Letizia. La anterior novieta, noruega, había sido modelo de lencería. Un periodista monárquico decía, horrorizado, de la noruega “¿cómo va a ser reina de España una joven cuya foto en ropa interior ha adornado las cabinas de todos los camiones europeos?”
– ¿Crees que Leonor llegará a ser Reina o, si tiene la oportunidad, se intercambiará con una adolescente idéntica a ella, que conozca casualmente en algún campamento, para poder vivir la vida alejada de los focos y de la presión real, traspasando esa responsabilidad a la pobre doble?
Y se enamorará de un joven campesino de sonrosadas mejillas que resultará ser también príncipe, realizando esta humilde labor como parte de su aprendizaje. Pero el joven zangolotino en realidad de quien se ha prendado es de Sofía, y Leonor se dedica a sufrir en silencio y regresa a Madrid para ser reina, pero se encuentra con la sorpresa de que se ha declarado la república (no está mal, ¿no? Me voy a dedicar a esto, me gusta).
– Por último, ¿cómo es la relación actual entre la Casa Real española y las Casas Reales de Genovia («Princesa por Sorpresa»), Aldovia («Un Príncipe de Navidad»), Monterano y Belgravia («Cambio de Princesa) y Mernania y Angosia («Corazones Reales»)? ¿El hecho de que sean minúsculos países centroeuropeos facilita o dificulta estas relaciones?
Creo que don Juan Carlos ha pedido exiliarse en Mernania… ¿O era Aldovia? ¿O Monterano? ¡Ya sabía yo que media botella de vodka diario no me iba a traer nada bueno!