MUJERCITAS EN NAVIDAD

Reconozco que cuando me aventuré a ver esta película, su ambiguo título me hizo rememorar aquellas peligrosas descargas en eMule, que eran una lotería. Por eso, antes de darle a play sabía que solo había dos opciones: o se trataba de una (muy libre) adaptación del famoso libro de Louisa May Alcott o era una película pornográfica. Y no sé cuál de las dos alternativas temía más.  

Finalmente, resultó ser la primero, una nueva versión de Mujercitas, y lo único pornográfico que encontré fue el nivel de puritanismo de su historia, que comienza tal que así: Joe March es una escritora de libros infantiles que quiere dar el arriesgadísimo salto a la literatura juvenil. Su editora le dice (con eufemismos delicados que no recuerdo) que el borrador del libro que le envió es una mierda y que tiene quince días para empezar de cero y crear algo nuevo. Ese plazo coincide con las fiestas navideñas que va a pasar a su pueblo de Tennesse (no Vermont, grave error de la película) junto con sus padres y hermanas. La editora jefa, que no se fía de Joe, envía de incógnito a otro editor, Franz, para que la controle. Es un guaperas, pero sabemos que también es escritor porque le ponen gafas.

Franz, con pose de «soy guapo pero sé leer»

Las hermanas reciben a Joe muy felices y navideñas. No así los padres, ausentes al encontrarse de voluntariado religioso en México, construyendo casas “en un pueblo necesitado” sin determinar. Cada hermana tiene sus problemas y conflictos amorosos, pero son abordados de forma superficial porque el que verdaderamente importa es el de la escritora en crisis.

Los padres, sobre el fondo más mexicano que los de arte pudieron emular con el corto presupuesto con el que contaban

En la cafetería local, Joe se topa con Franz, quien le miente sobre su identidad (grave error en las pelis románticas de sobremesa) e inventa que es un periodista de viajes y que está allí para hacer un reportaje sobre las Navidades en esa villa de la que ni sabe el nombre. Joe se traga el cuento y, presionada por sus hermanas, entre risas infantilmente lujuriosas, se ofrece a servirle de guía. Le muestra un bar lleno de veteranos de guerra, un centro social cristiano y una iglesia con menos valor histórico que un funko. Hasta ahí el limitado recorrido cultural. Pero suficiente para que ellos se enamoren.

Joe, en un bar de veteranos de guerra donde todos van vestidos de veteranos de guerra

Joe y Franz se siguen viendo con regularidad e incluso se dan un beso casto, pero desde la editorial llega la mala noticia de que no le van a publicar el libro. Entonces, Franz se ve obligado a revelarle su verdadera entidad: no está allí para hacer un reportaje sobre esa localidad de aplastante mayoría republicana, sino que fue enviado para espiarla, pero que sus sentimientos son sinseros. Joe se siente traicionadísima y no quiere volver a verlo. Pero es Navidad, época de magia, cuando todo es posible. ¿Se reconciliarán? Tendréis que verla para saberlo (disponible en Prime Video).

Puntuación: 3’5/5 bostezos

Las hermanas reunidas viendo una película pornográfica

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